Una cohorte de niños australianos de 4 a 5 años reveló que el riesgo de tener un mayor IMC aumentaba un 59 por ciento si los padres eran permisivos, a diferencia de hogares en los que los padres tenían autoridad.
Los padres desentendidos elevaban un 35 por ciento ese riesgo, informa el equipo dirigido por la doctora Melissa Wake, de Royal Children's Hospital, Victoria, Australia.
En cambio, los autores no hallaron una relación similar entre el estilo de crianza de las madres y el peso de sus hijos en edad preescolar, publica el equipo en Pediatrics.
El equipo determinó los estilos de crianza de los padres y madres de 4934 niños y niñas que participaban en el Estudio Longitudinal de Niños Australianos. El 15 por ciento de los niños tenía sobrepeso y el 5 por ciento, obesidad.
Mediante cuestionarios y entrevistas personales, el equipo categorizó a los padres y madres en uno de los cuatro estilos de crianza.
Aquellos con un trato menos cálido y más controlador eran considerados autoritarios, mientras que los padres muy cálidos y bajo control eran permisivos y aquellos poco cálidos y controladores, desentendidos.
Estos tres estilos se compararon con el grupo con autoridad, es decir, con alto nivel de calidez y control.
El equipo halló que un mayor control paterno estaba sólidamente relacionado con una reducción de la posibilidad de que los hijos tuvieran un mayor IMC.
Esa relación era evidente tras considerar los distintos estilos de crianza y controlar las variables, como el sexo del hijo, el idioma, la cantidad de hermanos, la convivencia con uno o ambos padres y el nivel de educación y el peso de los padres.
En resumen, los autores recomiendan a los padres que un estilo de crianza cálida, firme y con autoridad asegura un mejor futuro para los hijos.
FUENTE: Pediatrics