Un estudio muy grande de diabéticos con alto riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, denominado ACCORD, reveló que hacer bajar los niveles de azúcar en sangre, o glucosa, a lo que se considera normal para personas sanas resultó ser mortal para algunos pacientes, dijeron investigadores.
Las personas mayores que fueron sometidas a tratamiento intensivo para alcanzar ese nivel tuvieron tasas de muerte más elevadas que un grupo de pacientes del mismo estudio tratados de forma más conservadora.

"Creo que en el grupo intensivo, la respuesta es que no. No previene los ataques cardíacos ni el accidente cerebrovascular", añadió.
Los pacientes del grupo con tratamiento intensivo del estudio ACCORD tenían como objetivo un nivel de hemoglobina A1c -una medida estándar del azúcar en sangre- del 6 por ciento o inferior.

"Podemos hacer que millones de personas lleguen a esta zona con una determinada cantidad de recursos", dijo Ismail-Beigi. "Para hacer que todos ellos bajen hasta 6, se necesitarían de cinco a 10 veces más de recursos. En términos de salud pública, supone una enorme diferencia", agregó el experto.
El doctor James Dove, presidente del Colegio Estadounidense de Cardiología, dijo que el estudio era un poco inquietante

"Creo que produce cierta preocupación y cautela", dijo Dove en una entrevista telefónica. "La teoría estándar ha sido que cuanto más bajo es el azúcar en sangre mejor es para el paciente para disminuir los efectos colaterales de la diabetes", señaló.
Investigadores del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, que financió y organizó el ensayo ACCORD, dijeron que estudiarán por qué los pacientes del brazo agresivo del estudio tuvieron peores resultados.
Se estima que al menos 170 millones de personas tienen diabetes, una cifra que está previsto que se duplique para el 2030. La mayoría de los casos son de diabetes tipo 2.