
Sin embargo, en aquellos menores que no habían iniciado la dieta, los ataques continuaron ocurriendo con la misma frecuencia. En el estudio tomaron parte 145 niños de entre dos y 16 años de edad a quienes al menos dos de los fármacos contra la epilepsia no surtían el efecto deseado. Cinco de esos menores incluso vieron cómo los ataques se redujeron el 90% tras iniciar el régimen alimenticio.
A pesar del progreso se detectaron efectos secundarios como constipación, vómitos, falta de energía y hambre. La profesora Helen Cross, neuróloga del hospital londinense de Great Ormond Street y la especialista que encabezó el estudio, recordó que la "dieta cetogénica" se empezó a usar hace muchos años. Reconocemos que la dieta cetogénica tiene efectos secundarios, y los riesgos y beneficios que comporta deben ser tenidos en cuenta a la hora de recomendarla
El régimen fue creado en la década de los años 20, pero dejó de usarse por el rigor que este exige, según la doctora Cross. "Los padres dicen que las primeras dos semanas son muy difíciles, aunque luego se hace más llevadera", expresó. Entretanto, una portavoz de Epilepsy Action, asociación de apoyo a los aquejados de epilepsia, declaró que "los resultados del estudio añaden información valiosa a lo que ya se sabía sobre la dieta". La vocera añadió: "A la vez reconocemos que la dieta cetogénica tiene efectos secundarios, y los riesgos y beneficios que comporta deben ser tenidos en cuenta a la hora de recomendarla".
No se sabe cómo actúa la dieta, pero se estima que la cetona resultante del metabolismo de las grasas ayuda a prevenir estos ataques.